miércoles, 18 de julio de 2012

COSTAS

 
Quizá para un español, sea donde sea su lugar de procedencia le parezca obvio y trivial el acceso rápido directo sin cortapisas a las playas, calas y zonas costeras en general de su país, supongo que para un extranjero por ejemplo un italiano esta distribución del territorio le tiene que resultar sorprendente y darle una sensación de libertad atávica, como frustrante y agobiante por el contrario le resulta a un español proceder del mismo modo en sus por otro lado bellísimas costas.

Los motivos son las innumerables cortapisas que impiden el acceso a la costa, en muchísimos casos absolutamente triviales y totalmente prescindibles, lo que da un aprovechamiento del litoral verdaderamente exiguo respecto a su potencial turístico y paisajístico.

Que marca la diferencia entre estos dos países mediterráneos a la hora de aprovechar sus muy similares líneas de costas, la Ley de Costas española que garantiza una franja de dominio público de 10 m y otra hasta los 100 m de regulación de usos.

Al calor de la especulación inmobiliaria en la frágil línea de costa han crecido innumerables construcciones en el dominio público hidráulico, amparadas en la impunidad, y el nepotismo y en leyes urbanísticas dedicadas a legalizar las ilegalidades, algunas de ellas se arrastran con anterioridad a la Ley de aguas de 1988, sin haberse atrevido los gobiernos central, autonómico, y local a buscar una justa solución.

Todo esto queda barrido con esa especie de amnistía que acaba de anunciar el gobierno, donde al aumento de la moratoria de exclusión del dominio público hidráulico de las construcciones establecidas en el mismo pasa de 30 a 75 años, lo que se ha sumado la posibilidad de vender la propiedad, bajo el señuelo del establecimiento de un canon a los ayuntamientos afectados.

Lo que no deja de ser una privatización de las costas, de ninguna manera encubierta y que es peor, abre la puerta a una vulneración sistemática vista son las ventajas de ser infractor.

Con la disculpa de esta crisis

¿Estaran los políticos matando la gallina de los huevos de oro que es nuestro sector turístico?




ESPAÑA-MEDIOAMBIENTE-COSTAS:Fotografía facilitada por Greenpeace, tomada el 17/04/08, del Malgrat del Mar en Barcelona. Las comunidades autónomas de Andalucía, Valenciana, Murcia y Canarias son las que más "maltratan" su litoral, según la organización ecologista Greenpeace, que ha denunciado que el "urbanismo salvaje" sigue siendo el principal problema de la degradación de nuestras costas.