sábado, 29 de mayo de 2010

29 de mayo

Sigo con mis reflexiones sobre Ecuador, me niego por el momento a transcribir el cuaderno de viaje o quizá no lo haga nunca, todavía no he bajado las fotos, en el fondo prefiero que maduren, que se cocinen solas lejos del recuerdo cercano, empezaré a contaros sobre Ecuador, cuando empiece a olvidarlo, mientras tanto continuo...con Santiago Paéz (Quito 1958), que viajo por las selvas del litoral ecuatoriano, vivió en los manglares de la provincia de Esmeraldas y en las zonas altas de la sierra central en los Andes, mientras ejercía el oficio de antropólogo, oficio, dicho sea de paso que todos intentamos ejercer de manera amateur cuando recorremos América.
Santiago Paéz dice" estamos condenados a la bastardía o a la intertextualidad, que son lo mismo y lo vemos en la novela en la musica y en la deslumbrante poesía, pero reconozcamos que hay muchas bastardías, son muchas las intertextualidades posibles ¿como debería ser aquella que exprese adecuadamente las peculiaridades de Latinoamerica?".
Una de las respuestas podría darla un polaco llamado Witold Gombrowicz que en 1939, a sus 39 años se encontraba accidentalmente en Buenos Aires y desde allí y en sus circunstancias la visión que proyectaba Europa era demoledora, la única solución para él en relación con Latinoamerica a la consideraba un pastel todavía sin cocer,era romper con la forma y con el centro y optar por la periferia, lejos de las capitales y de sus mecanismos literarios y artísticos, es decir  emprender la revisión de la forma europea a partir de una posición extraeuropea, Gombrowicz no propone crear algo propio, virginal e impoluto, sino tomar lo europeo y embarrarlo con lo que aporta la realidad de la periferia.
¿Sera por eso que desde hace mas de dos décadas Barceló pasa temporadas pintando, ensuciado y pisoteando cuadros y otras formas artísticas en Gao,Gogolí y Malí entre otros lugares africanos? aunque no reunan las condiciones ni materiales ni tan siquiera artísticas como el mismo reconoce en sus cuadernos africanos cuando dice"Me empeño, a pesar todo, en pintar aquí desde hace mas de 10 años, como me empeño ahora en escribir con las sacudidas del coche en marcha. No es por el uso de los agujeros que las termitas hacen en mis telas y en mis papeles por lo que pinto aquí, ni por la pátina de polvo que cubre todas mis telas, mis libros, mi ropa. No es tampoco por mis modelos, gente, asnos, papayas, de todo esto hay también en otras partes. ¿Hay algo aquí que no haya en otro sitio?. No estoy seguro.Tampoco es por las dificultades. En París o en Nueva York, las dificultades de la pintura son las mismas y enormes.Es mas bien para hacer cuadros, un cuadro que tenga sentido, que dé sentido a todo esto". prometo seguir después de todo estoy sola

lunes, 24 de mayo de 2010

ya en mayo

Y a finales y mi blog abandonado, he estado de viaje, he recorrido Ecuador, desde el 23 de abril hasta el 20 de mayo, parece mucho tiempo y no es nada, la mayoria de los viajeros con quien he conectado llevaban recorriendo America e incluso algunos el resto del mundo 3 , 6 meses incluso 1 año, tengo muchas cosas que contar y fotos que colgar, pero aunque llevé un diario de ruta, no me parece buena idea transcribirlo, en eso estoy de acuerdo con Barceló y sus cuadernos de África, de todas las maneras lo que hay escrito con precisión en mi diario son nombres geograficos, rutas, animales y plantas, la antropólogia no es mi fuerta y aún así creo que he aprendido en este viaje mas de lo que a primera vista pense, huyendo de tribus nativas, ceremonias solares o lunares, plantas medicinales, bailes y comidas tipicas, me he dado de bruces con la realidad o con una parte de la misma, para empezar intente hacerme con algo de literatura o pensamiento contemporaneo ecuatoriano en alguna buena libreria de Quito, por dedución al absurdo me tope con un libro de cultura ecuatoriana titulado Itinerarios:lo heredado, lo adquirido, lo impuesto, escrito por unjoven antropologo llamado Santiago Páez, todo un hallazgo, que me gustaria compartir con vosotros, y que me ha ido sirviendo de contrapunto a lo largo de mi camino.Cuando va de turista con voy yo una tiene la impresión de llevar unas grande orejeras en forma de prejuicios y guias de viaje y tambien de hacer abundantemente el canelo por esos mundos de dios, pero al no tener mas remedios que llevar los oidos abiertos mientras se descansa en alguna de las maravillosas plazas de Quito o de Cuenca y muchos kilometros por delante en autobuses interminables, llenos de a primera vista pintorescos compañeros de viaje, y ese español diferente pero absolutamente reconocible se nos cuela, es facil sentir un movimiento de empatia, de comprensión en algunos casos y de perplejidad en otros, me comentaba un ingles en la amazonia un punto desdesperado con lo que él creia que era un español comprensible, si eramos capaces de entender el español de los sionas, si le respondiamos les entendemos pero no les comprendemos, aunque no sé si estos es enteramente verdad, mañana prometo continuar