Laciana es una hermosa comarca llena de bosques maravillosos, que esconde tesoros de incalculable valor. El bosque atlántico mixto, formado por una mezcla equilibrada de especies arbóreas alcanza allí su máxima expresión dentro de Iberia.
Testigos de otras épocas aparecen en los recodos de las sendas las Brañas, sorprendiéndonos entre la vegetación, ellas son el exponente mas visible del hermanamiento que se dio en otros tiempos entre los humanos y la montaña. En Laciana todavía conservan algún rastro de su perdido esplendor y poco a poco algunas de ellas ahora caídas y en desuso van reconstruyéndose, pero no para volver a ser centro de la economía ganadera sino para servir de eventual refugio a aquellos que disfrutan del bosque llevando aunque sea a tiempo parcial la vida de los antiguos pastores.
Entre esas maravillosas brañas surge una para nosotros muy singular, la de Brañarronda, rodeada de robles de montaña, rebollos, hayas, arces, olmos, fresnos tilos, tejos, abedules, acebos, arbustos como; serval de cazadores, mostajos, avellanos, manzanos, cerezos y prunos, constituyen en su conjunto el bosque mixto atlántico.
Como no podía ser de otra manera en el corazón del bosque se refugia el urogallo y el oso cantábrico, los lobos y jabalís recorren sus veredas, pitos negros y picapinos tamborilean los troncos, es un bosque lleno de vida.
Pero el bosque de Brañarronda guardo algún secreto más, en sus venerables tejos centenarios, una verdadera rareza para una especie que inicio su declive, cuando fue masivamente utilizada para confeccionar ballestas en la ya lejana Edad Media. Porque es relativamente fácil encontrar en alguna huerta o jardín o al amparo de alguna ermita, preservado, un tejo centenario, lo difícil es encontrar como parte integrante del bosque un conjunto de tejos tan bien conservado, tan sano y tan viejo.
Siendo este conjunto de tejos centenarios tan significativo no podemos perder de vista algún ejemplar verdaderamente significativo de roble de montaña y de acebo.
Inexplicablemente este singular conjunto, no ha sido incluido en el “Catalogo de especimenes vegetales de singular relevancia de Castilla y León”, aunque me consta que el alcalde de Rioscuro solicito su inclusión en dos ocasiones.
Al igual que en “volverás a región” Brañarronda tiene un guardián, pero contrariamente al de la obra de J.Benet, que impide la entrada en el bosque de los viajeros, perdiéndoles por mil inexpugnables sendas, el guardián de Brañarronda se ha convertido en el guía del mismo y conocedor de sus íntimos secretos, ya que Luís Fernández es además de un experto botánico, un magnifico fotógrafo de la naturaleza.
Cuántos hemos gozado de la hospitalidad de Luís, su libro de visitas, su blog http://luisrioscurolaciana.blogspot.com/ y los albunes de fotos lo atestiguan. La procedencia de los viajeros que recalan en Brañarronda es variada, y no es difícil compartir en la braña, vino, jamón y frisuelos, con compañeros de los mas variados acentos y procedencias entre ellos algunos ilustres botánicos, ornitólogos, naturalistas, profesores, estudiantes, montañeros, escritores y músicos, tanto que se comenta que quien no ha visto los tejos de Brañarronda guiado por Luís no forma parte verdaderamente del mundillo de la naturaleza y el medio ambiente, vamos que no esta en la pomada, por algo será.