¿Pero que es una Renta Básica?
Una Renta Básica (RB) es un ingreso pagado por el Estado cuya
cuantía debe ser suficiente para satisfacer las necesidades mínimas de
subsistencia.
Esta es la primera cualidad que debe tener cualquier renta para
denominarse Básica.
En consecuencia, cualquier otro ingreso entregado por el Estado y
que no cubra estas necesidades materiales esenciales no puede llamarse Renta
Básica, sino renta, ayuda social o subsidio.
¿Con que podemos equiparar la idea de Renta
Básica (RB) actual en relación a otros periodos de crisis históricos?
En otras épocas ante circunstancias similares, los humanos recurrieron
a diversas estrategias; explorar y
explotar los recursos naturales ha sido una constante en nuestro devenir. Pero
el mundo se ha hecho pequeño y aunque la ciencia y la tecnología se han siempre
aliado para sacar más productividad a los mismos como indudablemente sucede, lo
cierto es que no tenemos por ahora más tierras que descubrir y explotar.
El binomio ciencia-tecnología y disminución de trabajo se han
aliado inexorablemente, cada avance lo constata, en breve los robot trabajaran
para nosotros dejándonos mucho tiempo libre, el sistema por el que caminamos
nos aboca a grandes masas desocupadas ociosas y empobrecidas, compitiendo a
muerte por un pequeñísimo pastel llamado “trabajo”, sin posibilidad de salida.
Toda la investigación básica que nos está llevando a un mundo
robotizado con escasos y valiosos puestos de trabajo, se está llevando a cabo a
expensas de esfuerzo y dinero colectivo, la apropiación de ese conocimiento por
unas pocas corporaciones de ámbito global que constituyen el 1% de la población
mundial, dejará fuera de la historia a
la mitad de la población, puede que nos acabe llevando a sociedades donde la
vida y la democracia tal como la
conocemos sea imposible.
La RB podría equivaler a un cachito de naturaleza libre que nos
correspondería explotarla nosotros mismos, naturaleza libre con sus recursos
que evidentemente ya no existe como tal. Casos como el carbonero protagonista
de la bellísima película de Montxo Armendáriz, TASIO, ya son imposibles
EL PARADIGMA QUE DEBEMOS CAMBIAR: ¿Por qué NO CRECEMOS?
¿Qué contribuye a frenar el crecimiento?
1º El agotamiento de los recursos,
sobretodo de combustibles fósiles y minerales, hace ya algunos años
sobrepasamos el máximo optimo de extracción de petróleo. Aquí se da una
paradoja, al estar en estos momentos bajando el precio del mismo, se puede
explicar en el contexto geo estratégico y en la expulsión de los actores más
débiles del mercado global final. Posiblemente el último litro de petróleo se
“venda” a precio 0.
2º La proliferación de impactos
ambientales y su efecto sinérgico, en estos momentos nos encontramos entre la
disyuntiva de disponer de combustibles fósiles mas allá de la capacidad de
nuestra atmósfera de absorberles sin daños al ecosistema humano, que hay que
tener en cuenta está muy ligado hábitats
marítimos y fluviales
3º Las perturbaciones financieras causadas
por la incapacidad de nuestros sistemas monetarios, bancarios y de inversiones
para ajustarse tanto a la escasez de recursos como al incrementos de costes
ambientales y su incapacidad para sostener los enormes volúmenes de deuda pública
y privada que se generaron en las últimas dos décadas dentro del contexto de
una economía cada vez más restringida.
4º El cambio climático, que todavía es
un enigma pero que se presenta como un enorme esfuerzo de adaptación que
deberemos realizar, de nuestra mano estará el coste en sufrimiento humano que tengamos que realizar
Cada revolución industrial, nos ha traído el
“regalo” de una menor necesidad de mano de obra y la que se crea mucho más
productiva pero a la vez más compleja.
El “crecimiento” así como se ha venido
llamando, consiste en la expansión permanente de la economía global con cada
vez más personas atendidas, más dinero cambiando de manos y mayores cantidades
de energía y bienes materiales fluyendo a través de ellas.
Hasta ahora se venía analizando la
eterna crisis que padecemos, como un desajuste entre instituciones, gran
desengaño para los pensadores que habían vaticinado “ el final de la historia
(Fukuyama 1989)”, pero la cruda realidad se impone el sistema ha entrado en
modo zombi y produce sin control burbujas, emisión de dinero que supera en
número al realmente circulante en la economía real y productiva, hace
implosionar el sistema financiero al completo, que ha tenido que ser rescatado
varias veces, se ha a convertido en un lastre incapaz de suministrar energía
por las maltrechas venas de la economía real, ¡¡¡ si aquella que produce bienes
y servicios, por si ya se han olvidado la que crea empleo!!!!.
La mayoría de los analistas económicos,
no incluyen en sus previsiones un agotamiento de los recursos y un nuevo
escenario climático, acostumbrados hacer sus cálculos con previsiones infinitas
son incapaces en su gran mayoría de comprender que no solo estamos asistiendo
al derrumbe del sistema capitalista financiero puesto en marcha en los años
setenta por Thatcher y Reagan, ahogándose en su éxito global, sino que estamos
entrando en un nuevo mundo donde aparareceran nuevos actores, nuevos recursos y
por tanto nuevas reglas
Han sido las voces de los científicos
provenientes del campo de la Ecología como Richard Heinberg, los que han puesto
el dedo en la llaga. No puede haber crecimiento económico perpetuo, hemos
agotado las fuentes de nuevos recursos a partir de ahora la economía mundial
está jugando un juego de suma cero, con un premio cada vez más chico a
repartirse entre los ganadores.