martes, 25 de octubre de 2011

La Contaminación de las Cadenas Tróficas: El Mercurio 1ª parte


                                                   Metílmercurio

En la pasada primavera salto a la opinión pública, un estudio realizado para estudios los niveles de metales pesados en el organismo de la población española que disparaba todas las alarmas, al encontrase niveles de contaminación por mercurio que multiplican por diez los encontrados en ciudadanos de otros países como Alemania, EEUU y Canadá, tal fue la alarma que desato que la responsable del trabajo jefa del Área de Toxicología Ambiental del Instituto de Salud Carlos III, que incluso recomendó que se deberían tomar medidas para las mujeres embarazadas, dado que la placenta no servia de barrera defensiva frente estos contaminantes acumulativos.

La vía de entrada del mercurio en los organismos de los españoles, en tasas diez veces superiores a otras poblaciones de similares hábitos y costumbres se debe a que nuestros hábitos alimenticios incluyen el pescado en mayor proporción que en otras culturas, estos hábitos hasta ahora tan saludables se están empezando a volverse en nuestra contra.

Tampoco es uniforme el nivel de mercurio que soporta la población de españoles, las zonas costeras mas aficionadas al pescado registran mayores niveles que las del interior, en concreto las comunidades en que sus habitantes registran mayor nivel de mercurio son: Andalucía, Murcia, Valencia Galicia Asturias y Cantabria, en el extremo contrario se sitúa Castilla y León que es una de las regiones donde menos se consume pescados.

El mercurio llega al mar a través de las aguas residuales industriales, como las fabricas de cloro-álcali, con tecnología de células de mercurio, en la producción de monómeros de cloruro de vinilo, para la producción de policloruro de vinilo el popular PVC y elastómeros de poliuretano.

El mercurio esta presente en  los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo al ser quemados lo liberan a la atmósfera. Las cenizas volantes y yesos, subproductos resultantes de combustión del carbón también llevan trazas de mercurio y se emplean con frecuencia en la producción del cemento, la producción de cemento es un buen ejemplo de una fuente de emisiones de mercurio atribuibles al uso de materiales con concentraciones muy pequeñas del mismo pero que se consumen en enormes cantidades.

El mercurio es un subproducto del procesamiento de los minerales en el sector minero en la industria del cobre, plata, plomo, cinc y oro,  suele liberarse como gas durante el proceso de fundición, a menos que el mercurio se capture con dispositivos especiales pasará a la atmósfera y de allí al suelo y a las aguas, existen minerales que contienen suficiente mercurio para hacer rentables su recogida como subproducto, pero muchas de estas industrias mineras son artesanales y no tienen capacidad para evitar la contaminación ni tan siquiera para proteger a sus trabajadores. También se libera mercurio en las pilas desechadas y en la incineración de desechos sólidos urbanos e industriales. Los antiguos empastes con amalgama de mercurio también han sido fuente directa de contaminación.


                                           Formula del metílmercurio

Una vez liberado el mercurio  pasa fácilmente a la cadena trofica en la forma de metil mercurio, instalándose primeramente en los organismos más simples y acumulándose en mayor cantidad en los más longevos.

                  Esquema  de asimilación y acumulación del metílmercurio

viernes, 14 de octubre de 2011

The end of growth (resumen en español 5ª parte)

Por Richard Heinberg
Traducción Horacio Drago

            ¿Nuestro tipo de crecimiento no recuerda a la marcha de  una bicicleta?

¿Por qué el Crecimiento es tan importante?

Durante los últimos dos siglos, el crecimiento fue prácticamente el único índice de bienestar económico. Si la economía crecía había empleos y las inversiones daban altos rendimientos. Cuando la economía temporalmente paró de crecer, tal como ocurrió durante la “Gran Depresión”, se produjeron sangrías financieras.

A lo largo de este período, la población mundial se incrementó desde menos de dos mil millones de seres humanos en 1900, hasta casi siete mil millones hoy en día. Y estamos sumando alrededor de 70 millones de “nuevos consumidores” cada año. Esto hace que el crecimiento futuro sea algo más crucial aún: Si la economía se estanca, habrá menos bienes y servicios per capita para todos.

Nos hemos basado en el crecimiento económico para el “desarrollo” de las economías más pobres del mundo. Sin crecimiento, debemos asumir seriamente la posibilidad de que cientos (tal vez miles) de millones de personas, nunca alcanzarán ni siquiera una versión rudimentaria del estilo de vida consumista del cual disfrutan los habitantes de las naciones industrializadas.

Por último, hemos creado sistemas monetarios y financieros que requieren crecimiento. Cuando la economía crece, eso significa que hay disponible más dinero y más crédito. Las expectativas aumentan, la gente compra más y más productos, los negocios necesitan más préstamos, y los intereses sobre los préstamos pueden ser devueltos. Pero si no hay nuevas emisiones de moneda que ingresen al sistema, el interés sobre los préstamos existentes no puede ser devuelto. Como resultado se produce una bola de nieve de morosidad, se pierden empleos, disminuyen los ingresos, se restringen las contrataciones, lo cual a su vez hace que las empresas pidan menos préstamos, causando que menos cantidad de dinero ingrese en la economía. Esta situación es un bucle de realimentación destructivo, el cual es muy difícil de detener una vez que se pone en marcha.