martes, 14 de febrero de 2012

Los cormoranes y los ríos trucheros

                 Cormoran grande pescando Phalacrocorax carbo

Habría que remontarse algún longevo agricultor por ende aficionado a la pesca y buen observador para que nos fijase con precisión cuando los cormoranes empezaron a remontar nuestros ríos hasta llegar como en la actualidad hasta las cabeceras trucheras

Pero si parece probable que los grandes embalses ejecutados en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado les han proporcionaron un cierto confort ambiental, aunque no comparable a un verdadero hábitat.

Entre la curiosidad del ornitólogo y la preocupación del pescador los cormoranes empezaron a remontar las desembocaduras de los ríos, se detuvieron en esos pequeños mares interiores que son los embalses, mas tarde se internaron en las cabeceras trucheras, demostrando una eficacia y efectividad predatoria fuera de toda duda.

Pero fue el desastre del petrolero Prestige el que dio el pistoletazo de salida a la colonización de nuestros ríos, que en estos momentos se encuentra en plena expansión, fue la falta de alimento lo que empujo a los cormoranes  desde el mar al interior

Los pescadores como es lógico ya han pasado de la preocupación al alarmismo y el tema ya lleva siendo debatido en los medios, la globosfera especializada, los responsables de caza y especies protegidas de las CCAA afectadas y hasta la Unión Europea, ya que el fenómeno no solo es español.

Los cormoranes consumen medio kilo de pescado al día, siendo precisamente los ríos trucheros los que están sufriendo la mayor presión predatoria, según los expertos debido a la escasez de especies preferidas por estas aves en los tramos más bajos de los ríos.

Se da la circunstancia que los 2.836 cormoranes invernantes censados por la organización SEO/BirdLife en Castilla y León en el año 2003 (último censo disponible), el 40% de los individuos se desplaza desde las zonas bajas de la Cuenca de Duero hacia los tramos altos de los ríos. El censo de cormoranes del año 2003 registra un aumento del 35% respecto al del año 2002.

Por tanto se produce un efecto de doble intensidad ya que estamos experimentando un incremente general que sufre toda Europa mas un desplazamiento local por escasez de alimentos en otras zonas.

El cormorán grande no es una especie protegida ni mucho menos en peligro de extinción, en 1997 se elimino de la lista de especies de aves beneficiarías de medidas de protección (anexo I de la Directiva relativa a la Conservación de las Aves Silvestres) y disfruta al menos desde 1995 de un estado favorable de conservación, se encuentra en estos momentos en plena expansión territorial, sin predadores que controlen sus poblaciones.


A la espera del Plan Europeo de Gestión algunos Estados, han empezado a tomarlas, por ejemplo hay ejemplos de derribos en; Suecia, Polonia, Italia Dinamarca, Alemania, y Austria, durante periodos determinados; en Rumania y Estonia o de cuotas establecidas como en; Francia, Reino Unido y Eslovenia y autorizaciones de intervención caso por caso.

Mucho más creativa y en consonancia con la conservación de las especies ha sido la propuesta del Club de Pesca de Velilla del Río Carrión en Palencia, que ha desarrollado un sistema de barrera , basada en varias cuerdas atadas de a ambas orillas del río que evitan el zambullido de las aves y las han colocado en zonas donde habitualmente tiene lugar la freza o desove de las truchas.


Se abre  además de un debate sobre el tema, una tormenta de ideas sobre las soluciones, sería muy simple reducir la solución del problema a una gestión cinegética, sería tanto como reconocer que ya que el cormoran no tiene predadores en sus nuevas áreas de expansión nosotros nos tendremos que convertir en ello, sin barajar otro tipo de posibilidades.


Las propuestas como la del Club de Pesca de Velilla del Río Carrión a si lo atestiguan

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