El domingo 11 de julio de 2010 en las páginas de opinión del diario ELPAIS, el escritor Martín Garzo ponía el dedo en la llaga al escribir un artículo dedicado a los graves impactos ambientales que una empresa camaronera ecuatoriana Puro Congo S.A, estaba ocasionando en el frágil ecosistema del manglar de la costa del Pacifico Ecuatoriano.
La instalación de piscinas camaroneras en la costa del Pacifico Ecuatoriana ha provocado hasta el momento mas del 70% de la desaparición de todos los árboles de mangle costeros, en algunas zonas en concreto como en el estuario del río Chone el 99% de los manglares originales han sido destruidos, en el resto como Esmeraldas, Olmedo, Cojimíes, ademas se ha perdido gran parte de la producción natural de conchas, camarones salvajes y pescados como la corvina y la lubina, por lo que el acceso a estos recursos por las comunidades costeras se ha visto mermado sensiblemente, no solo se ha constatado la perdida de productividad también existen señales equivocas de perdidas sensibles de biodiversidad lo que ha ocasionando una destrucción de empleos tradicionales que los nuevos creados por esta nueva industria no pueden compensar ni en su cantidad como en su calidad.
La industria camaronera se inicia en Ecuador en los años sesenta, se estima que en la actualidad hay 200.000 Has dedicadas a la cría de camarón de las cuales 50.000 Has operan legalmente el resto tienen los permisos caducados o sencillamente son ilegales, sin más, en concreto en la provincia de Esmeraldas donde se encuentran los manglares mejor conservados de Ecuador mas del 50% de las piscinas instaladas son ilegales.
manglar de Bahía Tortuga Santa Cruz Galápagos
El gobierno Ecuatoriano ha intentado poner orden en este desaguisado, declarando bosques protectores y endureciendo las condiciones para practicar la acuicultura del camarón en zonas de manglar, pero la presión es enorme en la actualidad la cría de camarón es tercera industria exportadora de Ecuador por detrás solo del petróleo y los bananos.
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