El fracaso de Durban

                Osos polares aislados en el mar victimas del deshielo del ártico

No por esperado ha sido menos desilusionante el fracaso de la Conferencia de Durban, ni los seis días de Conferencia ni la prorroga de día y medio después, han podido soportar el boicot de los países resistentes a mejorar su viejos sistemas tecnológicos y de ahorro de energético (EEUU, Canadá, Rusia, Japón) junto a los que se les amontona el trabajo, ahora que por fin empiezan a despegar como algunos de los Bric;China, India, Brasil, que argumentan no sin razón que al pastel de las revoluciones industriales llegaron tarde

El resultado es que lo que dejamos desde el 2009 en Copenhague para Durban 2011 se queda para 2017 y entrará en vigor en 2020, o eso se vera el año próximo en Catar, en el lenguaje internacional futbolístico patadón a seguir hasta medio campo y después ya nos arreglaremos, ya que de lo importante todavía ni hemos hablado.

                                 Grafico de aumento de temperaturas

Lo que espero es que los científicos se hayan equivocado y no sea  esta década la decisiva para estabilizar el aumento de temperatura y que este modelo caótico que es el clima  se nos vaya para siempre de las manos.

Son los rápidos y repentinos cambios climáticos los que han ocasionado las grandes extinciones en el pasado, porque no hemos sido capaces de llegar a ningún acuerdo  para sentar las bases con que repartirnos el derecho a generar menos CO2 a base de mejorar la tecnología.

                                           Emisiones de CO2 por países

El sofisticado sistema de toma de decisiones con el los humanos nos hemos dotado, que alza en la cúspide de la misma a los políticos en cuya oreja soplan los lobbys mas poderosos, les hace inmunes a los gritos de la ciencia y su forma de razonar y mucho menos de los grupos que defienden lo de todos, lo que aún no es ni materia prima ni recurso ni residuo.

Creíamos que habíamos dado un paso adelante cuando se aprobó el Convenio para erradicar los Clorofluorcarbonados CFCs, que dañaban la protectora capa de ozono y se retiraron del mercado esas sustancias sustituyéndolas por otras sin esos dañinos efectos, pero disminuir las emisiones de CO2 el corazón de la combustión el motor que alimenta nuestro sistema controlar en suma los combustibles fósiles es un plato demasiado grande para una sociedad como la nuestra tan imperfecta infantil aún.

Seguiremos como los leming como dice Noam Chomsky en su artículo en su caso refiriéndose a la sociedad de EEUU http://blogs.publico.es/noam-chomsky/85/marchando-hacia-el-precipicio/, inasequibles al suicidio colectivo de devolver a la atmósfera el CO2 que fijaron plantas y animales de otros tiempos en los que los de nuestra Clase (Taxonomica) aún ni existíamos, y seguiremos me temo hasta que acabemos con la última gota y el último gramo de los combustibles fosiles, si no se produce colectivamente un cambio de paradigma.

 

No han aparecido en Durban ningún nuevo paladín que impulse el freno a esa desaforada manera de derrochar y consumir y a UE se la ve demasiado el plumero cuando vende tecnología verde revestida de protección a la tierra.