En un blog del diario ELPAIS del
día 21 de agosto de 2012, se reflexionaba en una línea muy parecida al de este
blog sobre el origen de la gran incidencia de incendios en estos últimos 50
años.
Se ponía como ejemplo de eficacia
en la disminución de incendios la plantificación llevada a cabo en la
silvicultura finlandesa que a logrado
eliminar prácticamente los incendios de su territorio como certifica Kullervo Kuusela,
profesor del Instituto Finlandés de Investigaciones Forestales.
El método seguido por los
finlandeses consiste en analizar y describir la intensidad de la producción
maderera, la composición por especies que se desea y la diversidad de paisajes.
Es verdaderamente loable estudiar lo que han
hecho otros países y regiones para erradicar problemas similares a los
nuestros, aunque en este caso me resulta inquietante que el ejemplo provenga de
un país nórdico, donde sus magnificas soluciones pueden se justamente lo
contrario que nos convenga a nosotros.
Y en cuanto lo que convenga a nuestros bosques y
montes habría que matizar y no cómodamente uniformizar ya que conviven en
nuestro territorio diversos dominios climáticos, con especies y situaciones
atmosféricas muy diferentes.
De dominios climáticos me gustaría comentar que,
quizá los teóricos de la silvicultura debieran empezar a considerar en sus
análisis y proyecciones florísticas el cambio climático, no el que se nos
avecina sino el que ya tenemos encima.
Un experto botánico amigo mío me comentaba hace
unos días de la progresiva mediterreanización de la cornisa cantábrica, también
me comentaba el desplazamiento de especies sureñas hacia el centro y norte de
la península, especies que ha empezado a observar al principio tímidamente pero
en la actualidad, se están afincando desarrollándose hasta la fase de
germinación de sus frutos, por otro lado cada vez de forma mas frecuente nos
llegan noticias de plagas nuevas, que se adaptan con facilidad a la benignidad
de nuestro ya clima actual
Esta proliferación de incendios no solo en
España, sino en Italia y Grecia, puede obedecer a una adaptación de los
ecosistemas a un gran cambio climático de más calado, de más profundidad que
las veleidades cíclicas normales en un periodo climático estable.
De alguna manera nuestros ecosistemas climácicos
estables y diversos por definición pueden estar entrando en un estrés debido a
los nuevos parámetros climáticos cambiantes, esta tarea detectivesca esta
encomendada a los científicos, es necesario que toda esa buena información
fluya hacia los centros de toma de decisiones.
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